Ánimos caldeados

El grupo de comerciantes que no ha accedió a sostener el diálogo con los representantes del municipio de Querétaro agredió a algunos de los policías que se encontraban en el Jardín Zenea por lo que en los elementos intentaron calmarlos.

Sin embargo, derivado de los empujones, jaloneos y mentadas de “madre”, los elementos de seguridad intentaron calmar a las rijosos que azuzaban a sus compañeros para enfrentar a los oficiales por lo que cuatro personas fueron requeridas por los elementos de la Policía Municipal.

Esta situación ocasionó que los artesanos se trasladaran a Plaza de Armas en donde derribaron las vallas que se colocaron para resguardar el Altar Monumental, incluso en uno de los videos se observa que una mujer con un bebé en brazos es quien derriba el mayor número de estructuras pese a que el personal de concertación del Gobierno del Estado le pidió que no lo hiciera.

El resto de las mujeres que ahí se encontraba intentó pasar al altar para derribarlo, pero fueron contenidos por varios elementos y personal de la Secretaría de Gobierno, quien les ofreció establecer una mesa de diálogo a la que ellos se negaron.
“No queremos dialogo, queremos que liberen a nuestros compañeros que se llevaron como si fueran delincuentes”.

De ahí, los quejos se trasladaron a la calle de Corregidora y Zaragoza la cual cerraron durante varios minutos impidiendo el paso de los automovilistas, quienes también resultaron afectados por este bloqueo.

Los comerciantes, lanzaron diversas consignas a las autoridades a quienes pidieron la liberación de sus compañeros a quienes presuntamente se los llevaron por la fuerza.

Posteriormente hombres y mujeres con pancarta en mano se trasladaron a Corregidora en donde permanecieron mientras que alrededor de 50 policías antimotines llegaron a instalarse sobre la calle Corregidora para evitar que los comerciantes que se mantienen en la Avenida Corregidora ingresen de nuevo al primer cuadro de la ciudad.

Más tarde ahorcaron la circulación en Zaragoza y Corregidora y se instaló un operativo de remoción que derivó en más agresiones verbales y varias personas detenidas más.