El campo de concentración de Sachsenhausen, ubicado en Oranienburg, Alemania, fue uno de los primeros campos de concentración establecidos por el régimen nazi en 1933.
Fue utilizado como un lugar para detener y reprimir a aquellos considerados “enemigos del Reich”, incluyendo judíos, comunistas, homosexuales, testigos de Jehová y otros grupos considerados “indeseables” por el régimen nazi.
Durante su funcionamiento, que duró hasta 1945, el campo de concentración de Sachsenhausen vio la detención y muerte de miles de prisioneros.
Muchos de ellos murieron debido a las condiciones extremadamente difíciles en el campo, incluyendo hambre, enfermedad y trabajos forzados.
Otros fueron ejecutados o murieron en experimentos médicos realizados por los nazis.
El campo de concentración de Sachsenhausen también fue utilizado como un lugar de entrenamiento para los guardias del campo, y como un lugar de experimentación para las técnicas de represión y control utilizadas en otros campos de concentración.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el campo de concentración de Sachsenhausen fue utilizado por las fuerzas soviéticas como campo de prisioneros de guerra y luego como campo de trabajo.
En 1961, fue convertido en un memorial y museo para recordar a las víctimas del Holocausto y las atrocidades cometidas por el régimen nazi.
Sachsenhausen fue pues, uno de los primeros y más crueles campos de concentración establecidos por el régimen nazi en Alemania.
Durante su funcionamiento, miles de prisioneros fueron detenidos y murieron debido a las condiciones extremadamente difíciles y las ejecuciones y experimentos médicos realizados por los nazis.
Ahora es un memorial y museo para recordar a las víctimas y las atrocidades cometidas en el Holocausto.