En Querétaro el tema del agua debe tomarse con seriedad, ya que la falta de políticas públicas, el desarrollo de fraccionamientos y ser de los estados con peor desempeño en el tratamiento del agua, puede traernos problemas graves; aseguró Abigail Arredondo Ramos, presidenta estatal del PRI.
“Querétaro se ubica en la posición 22 nacional, con uno de los peores desempeños en el tratamiento de aguas residuales, esto de acuerdo con información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). El tratamiento del agua es uno de los grandes desafíos que enfrenta nuestro estado. En México, únicamente se trata el 40 por ciento del agua, mientras que otros países han logrado tratar hasta 90 por ciento del líquido que utilizan”.
Abigail Arredondo explicó que uno de los factores que influyen en la escasez del agua en la entidad, es el desarrollo de fraccionamientos sin que esté garantizado el tratamiento del agua: “se abren bastantes fraccionamiento, pero el suministro del agua, principalmente el desecho de los drenajes sanitarios, no se dice hacia dónde va”.
La dirigente priista subrayó que en Querétaro el problema del agua se presenta por el crecimiento poblacional del estado, alta demanda del agua para las actividades agrícolas de asentamientos habitacionales, así como los rezagos en su tratamiento doméstico e industrial, además de la falta de políticas públicas para su manejo.
“En 2019, la Comisión Estatal de Aguas (CEA), estimaba que llegar al agua fósil; es decir, el agua subterránea que se aloja en los mantos acuíferos; del acuífero del Valle de Querétaro, llevaría un plazo aproximado de 84 años; sin embargo, este periodo podría acortarse si desde ahora no se generan estrategias para abatir el problema”.
De igual manera, Arredondo Ramos apuntó que la CEA debe potenciar las estrategias de concientización social, para que la población dimensione el costo del líquido: “en Querétaro, el tema del agua debe tomarse con seriedad y es que la falta de este vital líquido puede traernos consecuencias muy delicadas también para la zona metropolitana, no esperemos a tener problemas severos como los que vive Nuevo León. Estamos a tiempo de componer el rumbo, porque sin agua, no hay vida”.