- Se trata del primer restaurante de rollos japoneses personalizados en México, que busca convertirse en franquicia.
- La propuesta es cocreación de Jazmín Méndez, egresada de la primera generación de LEINN de la Universidad Mondragón México.
- La 1ª sucursal se abrió en Querétaro y para 2020 espera tener la segunda en operación.
- Darú Topping no es un restaurante más de sushi, sino una fusión de conceptos entre rollos japoneses, una dinámica llena de colores para la selección personalizada de los ingredientes y el gusto de los mexicanos por consumir platos bastos de comida, asegura su cocreadora Jazmín Méndez, egresada de la primera generación de la licenciatura en Liderazgo, Emprendimiento e Innovación (LEINN) de la Universidad Mondragón México (UMx).
Fue durante un viaje de emprendizaje de la carrera de LEINN por China, en 21018, cuando le surgió la idea para desarrollar su proyecto de emprendimiento, recuerda la exalumna. Cabe aclarar que parte de la propuesta académica de la Universidad, es que los alumnos realicen estancias académicas en el extranjero.
“Allá conocí el concepto para ordenar platillos, donde se involucra al cliente al elegir los componentes con los que desea que se prepare su producto, por medio de una dinámica de colores en la selección de cada ingrediente, que consideré interesante y divertida”, menciona.
De regreso a México, comenzó a trabajar en la propuesta, la cual concretó con Antonio Ramírez, chef con experiencia en shushi de casi 10 años.
“Ramírez estaba interesado en establecer su propio negocio, pero le faltaba un concepto original para poder desarrollarlo. Al platicarle mi propuesta, ambos coincidimos en que las ideas se complementaban perfectamente para crear un concepto diferente”, asegura Méndez.
El modelo de negocio, describe, está inspirado en el gusto de los mexicanos. “Nos encarta las garnachas y ver los platos repletos -con la idea de que así nos vamos a llenar- y que se va rico. Por ejemplo, los esquites que nos encanta verlos llenos de todo”, destaca.
Es un concepto que atrae mucho a las personas, lo consumen bien, y es una propuesta que hasta ahora no se ha aplicado en el sushi en México. “Vimos una oportunidad que tiene demanda en la gente y por ahí empezamos todo”, menciona la egresada del 2019. Así, fusionaron los conceptos entre el sushi, la demanda por platillos bastos y la idea de involucrar a las personas en la creación de sus rollos por medio de los colores.
De esta manera surgió Darú Topping Sushi, donde las personas arman sus antojos por medio de una dinámica de fichas, es decir, las personas físicamente no seleccionan sus ingredientes, sino que toman una cajita, que representa la base del rollo y fichas de colores, las cuales representan cada uno de los insumos, armando cada quien su propio y único sushi.
En la cocina se cuenta con rollos base y uno más de pepino, a los que se les van agregando los ingredientes elegidos para lograr el concepto del restaurante. Sushis grandes y bien servidos, que dan la sensación de estar muy llenos; totalmente personalizados y con una dinámica de preparación diferente.
Para el capital inicial, obtuvieron el apoyo de un angel inversor en julio de 2019 y comenzaron a buscar lugares para abrir el negocio y diseñar el concepto.
“Buscamos un lugar cómodo, de calidad y bonito, para dar una buena imagen y fuerza para la marca, que son objetivos del negocio para volverlo franquicia.”
El diseño es algo que ya había trabajado su socio, Antonio Ramírez, desde el nombre Darú, que viene de Daruma, un personaje que en Japón se utiliza como recordatorio y motivación para el complimiento de las metas. Es una figura que no tiene pupilas, las cuales se pintan en la medida que se van alcanzando los objetivos propuestos. El resto del branding y la marca, Jazmín Méndez lo creó en conjunto con un diseñador.
El 15 de agosto pasado, abrieron la primera sucursal en Querétaro y para este año tienen planeado abrir la segunda, ya sea en el estado o en Puerto Vallarta, por ser un mercado que conoce el chef Ramírez.
En los meses que llevan operando, han recibido buenas críticas de sus comensales de ser un producto rico, de buena calidad y no de precio accesible. “Nos han apoyado mucho y, sobre todo, nos han recomendado”, destaca la egresada de LEINN.
Jazmín Méndez y Antonio Ramírez han superado sus proyecciones a corto plazo. En los primeros cuatro meses de operaciones se propusieron tener al menos 30 clientes fijos, y actualmente cuentan con un promedio de 40 que van cuando menos una vez a la semana. Han logrado una presencia virtual fuerte como parte de su estrategia de marketing, pues trabajaron meses antes de la apertura con publicidad en línea.
Para establecer una marca fuerte en redes sociales –siendo un negocio que apenas inicia – se propusieron alcanzar mil seguidores en Instagram y 500 en Facebook. A la fecha, describe Méndez, cuentan con 1,100 y 800 seguidores en cada red respectivamente.
Para abrir la segunda sucursal, asegura que ya están trabajando en el proyecto para atraer inversionistas y comenzar a desarrollarla en febrero próximo.
“El segundo restaurante debe ser nuestro, porque uno de los requisitos para ser franquicia, es contar con al menos dos sucursales y tener, al menos, un año de operación, contar con el libro de operaciones y todos los procesos estandarizados”, puntualiza la egresada.
La joven empresaria asegura que haber estudiado en la UMx ha sido una base fundamental para el desarrollo de su negocio. “He logrado aplicar lo aprendido a lo largo de los cuatro años de formación. En la carrera manejamos proyectos para muchos tipos de negocios desde comida hasta consultoría en ingenierías, es decir, te preparan en muchos aspectos para estar listos al momento de emprender”.
“Otra ventaja –agrega- son los viajes de emprendizaje, que te abren el panorama y te aportan ideas; así como la obligación de terminar la carrera con un proyecto de emprendimiento real, contar con un proceso de aceleración para darle mayor estructura al plan de negocio, y proyección para el mediano y largo plazo.