Durante la conferencia de prensa del día de hoy, Andrés Manuel López Obrador señaló que “todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones” e indicó que se “editorializa para afectar las transformaciones”.
El mandatario también comentó que la Revista Proceso no se portó “bien” con él durante su debate con un reportero. Además, López Obrador señaló que los medios guardaron silencio durante el periodo neoliberal y que no criticaron la corrupción que había en aquel entonces.
Las declaraciones del presidente son de lo más alarmante, pues el papel de los medios no es otro más que el informar, entretener, emitir una opinión y educar. Exigirles a los periódicos que “se porten bien” es lo mismo que pedirles que pierdan su esencia, que dejen de criticar al gobierno y que dejen de informar adecuadamente a la población.
Esta es otra rotunda evidencia de que nuestro gobierno está lejos de ser uno de izquierda y está cada vez más cerca de ser uno autoritario.
México necesita periodistas críticos y objetivos, centralizados, que estén dispuestos a informar adecuadamente a las personas para que estas puedan emitir las decisiones adecuadas que exige un sistema democrático como el nuestro.