He leído por ahí, en algún libro, una de las estratagemas más efectivas con las que el gobierno obtiene lo que quiere a través de la manipulación mediática.
Lo que hacen es verdaderamente sencillo: generan, a partir de la nada, una problemática para la que ya tienen una solución. Problema-reacción-solución, diría el gran Chomsky. Se crea un problema para el que ya se tiene una solución prevista y así, la población exigirá medidas, mismas que podrían atentar incluso contra ellos mismos y su libertad.
Ejemplo: “Dejemos que la inseguridad aumente, así podremos hacer leyes que le quiten le libertad al pueblo, pero que ‘garanticen’ su seguridad.” La solución a este problema sería, nada más y nada menos, que un conjunto de leyes que, en sí, el mismo pueblo exige, pero que, en realidad, serán utilizadas para el beneficio de los que están en los altos mandos. Leyes que ayuden al gobierno a controlar al pueblo.
Entonces, ¿quién gana en realidad, el pueblo o el gobierno? El pueblo sacrifica su libertad a cambio de “seguridad” pero, ¿a qué costo?