Esta mañana, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, rechazó que se estuviera despidiendo a trabajadores del sector salud.
Afirmó que es propaganda para dañar la imagen de su gobierno y aseveró que están trabajando para solucionar el desabasto de medicamentos. Sobre lo último, el mandatario comentó que se busca garantizar el derecho a la salud de todos los mexicanos pero que le llevará un tiempo lograrlo, pues le dejaron “un desastre”.
De igual forma, reconoció que es grave el problema del desabasto de medicamentos, pero que “antes era peor”. También, aprovechó para indicarle al nuevo titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, que indague en los contratos con empresas para sancionar a quienes dejaron inconclusos hospitales.
López Obrador prometió que, al final de su sexenio, 55 millones de personas serán incluidas en el nuevo Instituto de Salud para el Bienestar, pero que “lo único que quiere” es “tiempo”.