En efecto, hay que ser laicos.
Andrés Manuel López Obrador finalmente habló sobre la polémica que generó el evento “El Guardián del Espejo”, en donde se homenajeó a Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia de La luz del mundo.
El evento fue llevado a cabo en el Palacio de Bellas Artes el 15 de mayo. Posteriormente, los opositores de López Obrador manifestaron su desacuerdo con la decisión de elaborar el homenaje en Bellas Artes, pues es un lugar que debería de ser laico.
Ante esta situación, Andrés Manuel mencionó que “hay que ser laicos, pero tolerantes” y comentó que no se deben generar ambientes de intolerancia. De igual forma, el presidente señaló que se pedirán disculpas pero que le molesta mucho la intolerancia.
Y vamos, ¿a quién no le molesta la intolerancia?; con justa razón diría Aristóteles: “solo una mente educada puede entender un pensamiento diferente al suyo sin necesidad de aceptarlo”.
Honestamente, es una exageración y un mero pretexto para ‘hacerla de tos’. Vamos, hay cosas más criticables en esta administración y más cosas por las que sí vale la pena expresar descontentos.
No cabe duda de que fue un error haber llevado a cabo el evento en el Palacio de Bellas Artes, pero la población reaccionó de una forma exagerada a dicho suceso. La tolerancia es clave para progresar como país.
Pero es cierto, la mejor manera que tiene un gobierno de respetar las ideas y opiniones de todos los habitantes es ser laico; no hay de otra.