Lo de Andrés Manuel es asombroso. No me cabe la menor duda. Muy pocas personas tienen la capacidad que él tiene para domar a las masas. En verdad es impresionante la forma en la que controla a más de la mitad del país y al mismo tiempo, es preocupante.
Total, ¿qué podría pasar con la revocación de mandato? ¡Es algo bueno! O por lo menos, parece bueno. Verán, Andrés Manuel es casi una deidad para sus seguidores, los fanáticos que tiene son extremadamente fieles e incluso, ciegos.
Para la gente, Morena es sinónimo de Andrés Manuel y por lo mismo, las personas votaron por Morena pensando que todos serían como López Obrador, cuando no es así. De llevarse a cabo unas nuevas elecciones en las que esté en la boleta AMLO, la gente votaría, nuevamente, por el partido y no por los candidatos. Así de poderosa es la figura de López Obrador.
Y es aquí en donde se pueden poner peligrosas las cosas, pues, si vuelve a arrasar Morena, le darían demasiado poder a una sola persona. Si de por si, ya es casi omnipotente, ahora no habría quién lo pare: se haría, literalmente, lo que le plazca.
Quizás, esas buenas intenciones son un genial disfraz para ocultar un maquiavélico plan. No lo sé, pero prefiero equivocarme, pues el destino de mi amado país está en juego.