Algunos alcaldes del estado, como Roberto Sosa, de Corregidora; Guillermo Vega, de San Juan del Rio; Alejandro Ochoa, de Colón; León Enrique Bolaño de Cadereyta y Rosendo Anaya, de Amealco, sus gobiernos careen de impacto en obras.
AsÍ consideró el dirigente estatal de Antorcha Campesina, Jerónimo Gurrola Grave.
“En lugar de integrar sus planes de obras anuales (POA) con obras que verdaderamente impacten y ayuden a mejorar las condiciones de pobreza y pobreza extrema de la población, resolviendo sus necesidades, muchas de ellas tan elementales como el agua potable, luz eléctrica, drenaje, escuelas o clínicas, después de mucha insistencia, lo más que le dan son despensas, tinacos, láminas o calentadores solares, es decir, lo que les cuesta menos, y que no resuelven el problema de fondo”.
Gurrola Grave dijo que los alcaldes en mención prefieren apostarle a la entrega de acciones electoreras que los hace aparecer como políticos sensibles, que les ayudan a la gente a resolver problemas personales, de ahí que, evitan contestar por escrito su negación a trabajar.
“Se nieguen en redondo a responder por escrito, como establece la constitución en su artículo octavo, las solicitudes de obras de la gente organizada en el Movimiento Antorchista, pero sí invierten “para su gente” la mayor parte del presupuesto en despensas, calentadores solares y tinacos para llevarles agua potable con pipas, es decir en resolver pequeñas cosas, para promoverse políticamente, dejando de lado las necesidades más importantes de la población”.