Boletín
Este Gobierno tiene un desastre en el sector energético del país. Pemex, CFE y la Secretaría de Energía están llevando a México a la quiebra por incompetencia y por corrupción.
La ineptitud brutal de Octavio Romero y Rocío Nahle han hecho de Pemex un barril sin fondo.
La pérdida de Pemex en el primer trimestre es de 562 mil millones de pesos, cada hora Pemex pierde 240 millones de pesos. A ese ritmo se perderá, en un año, la tercera parte de todo el Presupuesto de Egresos de la Federación.
El agrónomo Octavio Romero confirma lo que temíamos. No tiene idea de lo que hace en Pemex:
Cerró la puerta a la inversión privada.
Canceló los farmouts y las rondas petroleras.
No ha frenado el huachicoleo.
Fitch Ratings le bajó la calificación a Pemex (BB a BB-)
Rocío Nahle al frente de Energía no solo nos ha dejado en ridículo internacional a México, su ideología y la obsesión enfermiza con Dos Bocas están costando muy caro a los mexicanos.
Autorizó que se redujera la importación de gasolinas provocando desabasto.
Invade atribuciones de Pemex y de la Comisión Reguladora de Energía.
Insiste en tirar 192 mil millones de pesos a la basura construyendo una refinería inservible.
Mientras que Manuel Bartlett además de incompetente es corrupto.
A su ofensivo enriquecimiento, 23 mansiones y una fortuna no declarada por 750 millones de pesos, ahora hay que agregar:
Lucra con la enfermedad y la necesidad, pues vendió, a través de su hijo, ventiladores al IMSS, con un precio 4 veces mayor al promedio del mercado (el contrato fue por 31 millones de pesos).
Su incompetencia:
Las pérdidas de CFE en 2019 fueron por 54 mil millones de pesos.
Canceló ilegalmente contratos de ductos de gas lo que ocasionó, además de un enfrentamiento diplomático, penalizaciones para el gobierno por 21 mil millones de pesos.
Privilegia el carbón sobre las energías limpias.
Canceló las subastas eléctricas.
Se incrementaron los apagones en Baja California Sur, Yucatán, Quintana Roo y Campeche.
Fitch Rating le bajó la calificación a CFE (BBB a BBB-).
Hoy están en riesgo vidas y empleos. Se necesitan muchos recursos para atender la doble crisis de salud y económica.
Sin embargo, para este gobierno la salud no es una prioridad. El año pasado le asignó 102 mil millones de pesos más a Pemex, mientras que a Salud lo dejó con el mismo presupuesto y, peor aún, Salud no lo usó. Tuvo un subejercicio de mil 472 millones de pesos.
Tan solo con el dinero tirado a la basura en Pemex se hubieran podido comprar equipo médico:
100 mil ventiladores.
30 millones de pruebas para COVID19.
30 millones de trajes de aislamiento. -30 millones de mascarilla N95.
Además, se podría ayudar en lo económico:
3 millones de desempleados recibirían un Ingreso Básico Universal de 3 mil 207 pesos durante 3 meses.
2.5 millones de mipymes recibirían un apoyo de 27 mil 500 pesos durante 3 meses para pagar nómina y renta.
3 millones de personas recibirían una canasta básica alimentaria durante 3 meses.
Y sobrarían 10 mil millones de pesos.
De este tamaño es la ineptitud de estos tres funcionarios.
Por eso exigimos su renuncia.