Este inicio de semana las redes sociales sobre todo Twitter han estado haciendo tendencia la palabra “censura” debido a que durante la conferencia matutina encabezada por la Secretaría de Gobernación Olga Sánchez Cordero, ella informó que encargó un estudio para ver la posibilidad de regular o no a estas empresas ( las que generan las redes sociales)
El asunto tuvo al parecer su inicio luego de la cancelación de algunas cuentas de Twitter afines a la llamada Cuarta Transformación.
Inmediatamente también surgieron contrastantes comentarios en el sentido de que, lo que antes eran “benditas redes sociales” hoy están sujetas a una posible censura.
Si bien efectivamente, las empresas de redes sociales manejan una normativa en donde se deben sujetar sus usuarios a las reglas, bastaría con sujetarse a estas para que no suspendan sus cuentas a usuarios que en uso de su llamada Libertad de Expresión o Derecho a la información se salen del huacal.
Y sí creemos que se debe de regular el uso de las redes sociales. Sobre todo para no abusar del anonimato y estropear carreras, denostar personas ni hacer campañas negras o lo que está de moda, inflar tendencias.
Es por ello que urge una profunda reflexión en torno al comportamiento digital ya que finalmente vivimos en ese ecosistema y en ese ecosistema nos desarrollamos.
Así como nos enfrentamos también a muchas otras personas que piensan distinto y que finalmente entran en choque con nuestras ideas.
Así que, empecemos a darle un buen uso a nuestra opinión en las redes nuestro verdadero nombre. Son hechos cobardes los denuestos emitidos a través de Twitter por parte de cuentas anónimas.
Así que la regulación debería ser en las condiciones de uso en donde estaría o estuviera plenamente identificado el titular de la cuenta y por otra parte que se sujete correctamente a la normativa para que no le suspendan sus cuentas