Las mujeres cada vez tienen mayor representatividad en el mercado laboral mexicano. Según los datos de la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el último trimestre de 2019 había 22 millones 32 mil 255 mujeres ocupadas del total de 55 millones 683 mil 450 personas en el país. Es decir, la fuerza laboral femenina ya alcanza el 39.57 por ciento.
Por su parte el Banco Mundial publicó que, la tasa de participación de las mujeres de entre 15 y 64 años fue 47 por ciento de la fuerza laboral en México en todo el 2019. Según el organismo internacional, en dos décadas este porcentaje ha crecido doce puntos porcentuales.
Aunque el crecimiento de la fuerza laboral femenina es generalizado, en algunos sectores y empresas mexicanas este aumento ha sido particularmente importante en los últimos años.
Un ejemplo es el sector de la producción y distribución de derivados lácteos, en donde las firmas nacionales cumplen un rol esencial. Una de las organizaciones mexicanas que ha crecido en su fuerza femenina es la queretana Lyncott, cuya tasa de participación creció desde 2016 hasta la fecha más de veinte puntos porcentuales, situándose en el 33 por ciento.
“Si bien es cierto que en nuestros inicios contábamos con una población mayormente masculina, actualmente el 33 por ciento de nuestra fuerza en producción está compuesta por mujeres en comparación del 2016 en donde únicamente el 5 por ciento ocupaba posiciones como ésta”, cuenta Nayeli I. Camps, Directora de Recursos Humanos de Lyncott.
La directora de capital humano de la firma queretana considera que este incremento se debe a que “como organización evaluamos el talento, habilidades y actitud de cada una de las personas independientemente de su género, es decir, hay un proceso de reclutamiento basado en competencias, que nos permite seleccionar objetivamente a nuestro equipo”, explica Nayeli.
Como una de las responsables del cambio, Nayeli explica que “incrementar la participación femenina en Lyncott representó un reto muy importante, ya que alinear esta cultura en los 18 estados donde operamos implicó establecer un procedimiento, trabajar de la mano y un acercamiento personal con cada unidad de negocio para alinear nuestra cultura empresarial y lograr un cambio real”.
Si observamos los datos del último Censo Económico del Inegi, que se realiza cada cinco años para conocer el dato de ocupados por sectores económicos, en 2014, de los 177 mil 559 empleados en el sector lácteo, 112 mil 694 eran hombres y 51 mil 513 mujeres, es decir, ellas contribuían en un 35 por ciento con el cuerpo laboral. De 2009 a 2014, el número de mujeres en este sector económico creció en 6 mil 64 mujeres.
Además de las multinacionales, las firmas mexicanas, ya sean pequeñas, medianas o grandes, son las que más pueden contribuir con el crecimiento de estas estadísticas, puesto que son esenciales para el tejido empresarial del país.
“Como organización debemos fomentar políticas y procesos no discriminatorios y ofrecer oportunidades de empleo basadas en el talento de las personas”, asegura Nayeli, quien hace hincapié en la importancia de contar con una política de no discriminación para asegurar que tanto los procesos de reclutamiento como la estrategia organizacional se basen en las competencias y habilidades de las personas.
Por subsectores, el sector de la elaboración de productos lácteos emplea a un total de 82 mil 630 personas de las cuales 27 mil 537 son mujeres, es decir, 33 por ciento de representación femenina. En el caso del sector del comercio al por mayor de leche y otros productos lácteos, generó empleo para 51 mil 969 ciudadanos y de estos 25.69 son mujeres. Mientras que en el sector del comercio al por menor y otros productos lácteos, un total de 42 mil 960 ciudadanos están ocupados, de los cuales 23 mil 976 son mujeres, es decir 55.81 por ciento de la fuerza laboral.
Otro aspecto esencial de la equidad es el acceso a puestos de dirección. En este sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reporta que las mujeres ocupan 32 por ciento de los puestos de alta dirección en México y 10 por ciento de los miembros de la junta directiva de las empresas son mujeres.
Como mujer con experiencia en cargos de dirección y que ha fomentado un cambio cultural empresarial positivo, Nayeli cree que “la percepción hacia las mujeres en el mundo laboral ha evolucionado gracias a la concientización en la sociedad, así como al hecho de que cada vez estamos más preparadas”, comenta I. Camps. Además, considera que los procedimientos de recursos humanos son esenciales para garantizar la equidad y cree que la participación femenina seguirá creciendo en los próximos años.