Ponen en marcha la planta tratadora de aguas residuales del Rastro Municipal

Con la puesta en operación de la recién rehabilitada planta de tratamiento de aguas residuales del Rastro Municipal, que permitirá reutilizar hasta el 100 ciento del agua generada en los procesos del rastro, permitiendo un ahorro significativo de agua potable, así como la reducción del impacto ambiental en la zona, reiterando el compromiso de su administración con el medio ambiente y la salud pública, afirmó Luis Nava Guerrero, presidente municipal de Querétaro.
“Seguimos así, encontrando e implementando estrategias para cuidar el medio ambiente, fortaleciendo nuestras capacidades, eficientando procesos y cuidando los recursos que contamos”.

Flanqueado por los titulares de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Querétaro, Rosendo Anaya; de la Secretaría de Salud, Martina Pérez Rendón y el presidente de la Unión Ganadera Regional de Querétaro, Romualdo Moreno, Nava Guerrero recordó que el Rastro municipal es ejemplo nacional por las certificaciones, reconocimientos y premios obtenidos gracias a la modernización de sus instalaciones desde los últimos 6 años para asegurar la calidad e higiene de los productos cárnicos que llegan a la población.

Alejandra Haro de la Torre, titular de la Secretaría de Servicios Públicos municipales, informó que la planta de tratamiento de aguas residuales tiene una capacidad de 300 metros cúbicos diarios, lo que permitirá reutilizar el 100 por ciento del agua generada en los procesos del rastro y contribuir a un ahorro significativo en el consumo de agua potable y al uso de las aguas tratadas para tareas como el lavado de corrales y vehículos utilitarios del rastro, así como el riego de áreas verdes del rastro y de la ciudad.
Mencionó que el Rastro Municipal de Querétaro obtuvo el “Reconocimiento de Buenas Prácticas” que otorga el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED), gracias a la implementación del biodigestor anaerobio que permite el manejo eficiente de residuos orgánicos y aguas residuales, generando un biogás que se utiliza como combustible para producir energía y reducir la contaminación ambiental y el uso de combustibles fósiles, con un ahorro económicos para la administración municipal.