Este 2023 ha sido de recuperación, después de tres años donde el sector automotriz se vio seriamente afectado por la pandemia, así como la crisis de los microprocesadores y la falta de inventarios que generó que las ventas cayeran tanto en México como en todo el mundo.
“En 2023 ya hemos visto como empieza a haber mayor disponibilidad de unidades y se empieza a normalizar, aunque no alcanzamos todavía la demanda que estaba en espera en los años anteriores. No obstante, la perspectiva de cierre de este año en cuanto a volumen de unidades es positiva”, comenta Gerardo Gómez, director general de JD Power México.
La consultora estima que este año las ventas en el sector cierren en torno al millón 350 mil unidades, pero incluso ya se vislumbra poder llegar al millón 400 mil. Esto situaría al sector por encima de los niveles alcanzados en 2019. En cuanto a la producción, de acuerdo con el experto, las armadoras siguen confiando en México para producir sus vehículos y anuncios como el que hizo Tesla este año para invertir más de 4,500 millones de dólares en una planta de producción en Santa Catalina, Nuevo León, dan mayor confianza al mercado.
Por el lado de las arrendadoras, que también se vieron afectadas por la falta de inventario, esperan números positivos. “Estimamos cerrar este año con un crecimiento de 400% con respecto a 2022. Estas cifras se dan en parte gracias a la colocación de unidades de origen asiático, las cuales representan de enero a septiembre el 57% de las operaciones. Del total de autos colocados las marcas chinas representan 16% y los modelos híbridos eléctricos 14.5%”, indica Roberto Esparza, director de BitCar, plataforma de arrendamiento para personas físicas, quien considera que los vehículos de marcas chinas seguirán marcando la pauta en México en los próximos años.
Unidades de origen chino
“Las marcas chinas están llegando a México con un impacto importante. Teníamos 4 o 5 marcas operando inicialmente este año, y hay por lo menos otras 8 o 9 que quieren iniciar operaciones. De hecho, el crecimiento de venta se ha dado en gran parte por estas marcas de origen asiático que tienen disponibilidad de unidades”, destaca Gerardo Gómez.
El interés de estas marcas chinas no solo es capitalizar el mercado mexicano, sino también poder exportar a Estados Unidos. Esto está en línea con lo que ya habían hecho otras marcas, que es instalarse en México para abastecer la demanda del mercado norteamericano principalmente, lo que conocemos como el fenómeno del nearshoring. “Seguimos siendo un mercado muy atractivo por las ventajas que ofrecemos y el sector automotriz es un motor que seguirá moviéndose a pesar de lo que suceda en los próximos meses y años”, asegura Gerardo Gómez.
“Hace un par de años o tres, que había muy pocas marcas chinas, tenían alrededor de 2.6% a 3% de penetración de mercado. El año pasado, cerraron alrededor del 6% de cuota, y en junio de este año ya están al 12%, y con una expectativa de que nuevas marcas chinas empiecen operaciones en el país probablemente puedan llegar a estar entre el 15% y el 20% del mercado”, detalla Gerardo Gómez.
De acuerdo con el experto, si el comportamiento de este segmento es como el de Ecuador, donde ya son más de 20 años con presencia de marcas chinas, actualmente representan el 30% o 40% del mercado, y podrían llegar a representar lo mismo en México. “Cuando estén consolidadas las marcas chinas en dos o tres años, podrían llegar a representar el 25% o 30%, es decir, que 1 de cada 4 unidades que se vendan en México, sean de origen chino”, comenta Gerardo y agrega que no debemos olvidar que estos datos no incluyen el hecho de que otras armadoras de origen americano también tiene una parte de su producción en China.
Según cifras de JATO Dynamics en las economías en desarrollo, la cuota de mercado de las marcas de automóviles chinas saltó del 4,79% en 2021 al 6,46% en 2022. Por el contrario, las marcas europeas perdieron 2,7 puntos de cuota, mientras que la cuota de mercado de las marcas coreanas cayó 1 punto. La consultora apunta al precio como una de las principales razones e indica que, dependiendo del modelo de vehículo, los precios pueden ser en promedio desde 36% y hasta 50% más baratos.
Perspectivas 2024
La industria y armadoras están con el acelerador a fondo para lograr una recuperación, aunque sigue habiendo falta de unidades y también el sector está ligeramente presionado por la coyuntura electoral del año que entra donde suele darse un tiempo de incertidumbre y posteriormente se normaliza según apunta Gerardo.
“Aunque haya elecciones y tengamos un periodo de incertidumbre en lo que se dilucida quién será el próximo presidente de la República, las necesidades de movilidad de los mexicanos siguen y por ello, suceda lo que suceda, el consumidor va a continuar con sus planes y no se va a quedar estático”, señala Gerardo quien apunta que aun así por la experiencia de elecciones pasadas, sí se suele ver una adaptación posterior.
“En los últimos dos años, las empresas de leasing han sido testigos de un aumento en la demanda. Este aumento significa un cambio hacia el arrendamiento como opción de movilidad y prevemos que esta tendencia continue”, destaca Roberto Esparza. Según la Asociación Mexicana de Distribuidores de Vehículos (AMDA), en los seis meses iniciales de 2021, las arrendadoras adquirieron 20 mil 830 vehículos. Si avanzamos rápidamente hasta 2023, esta cifra se disparó a 28.213, un notable crecimiento del 35 % en sólo dos años.
“En las condiciones actuales, pasar de 28.213 coches adquiridos por empresas de leasing a 50.000 unidades en los próximos años es un objetivo realista. Si bien no está exento de desafíos como la todavía remanente falta de inventario y la incertidumbre que pueda generar el periodo electoral; sí vemos que se están dando las condiciones para que el arrendamiento pueda ocupar un lugar central en el futuro”, asegura Roberto Esparza, director de BitCar.