Esta celebración surgió en 1973 cuando el Secretario de Comunicaciones y Transportes propuso al Presidente de la República establecer esta fecha como el Día Nacional del Ingeniero.
El 1 de julio fue elegido porque en 1776 se expidió la Real Cédula para la creación del Real Tribunal de Minería en México, que dio origen a la fundación del Real Seminario de Minería, donde se gestaron los primeros planes de estudio y textos para las primeras escuelas de ingeniería en América.
La ingeniería es una disciplina fundamental que juega un papel crucial en el desarrollo y avance de la sociedad. Su importancia radica en su capacidad para solucionar problemas complejos y crear innovaciones que mejoran la calidad de vida de las personas. Los ingenieros aplican los principios científicos y las herramientas tecnológicas para diseñar, construir y mantener una amplia variedad de infraestructuras y sistemas, desde puentes y edificios hasta vehículos y dispositivos electrónicos. Su labor abarca campos tan diversos como la ingeniería civil, la ingeniería mecánica, la ingeniería eléctrica y la ingeniería de software, entre otros.
La ingeniería también desempeña un papel crucial en el desarrollo económico y la competitividad de las naciones. Los avances tecnológicos impulsados por la ingeniería fomentan la creación de nuevas industrias y generan empleo. Además, la ingeniería promueve la eficiencia y la optimización de los procesos productivos, lo que contribuye a reducir costos y mejorar la productividad. En un mundo cada vez más globalizado y tecnológico, la capacidad de una sociedad para innovar y aplicar soluciones ingenieriles se convierte en un factor determinante para su crecimiento y desarrollo sostenible.
Por último, la ingeniería es fundamental para abordar los desafíos globales que enfrenta la humanidad. Desde la búsqueda de fuentes de energía más limpias y sostenibles hasta la creación de tecnologías para enfrentar el cambio climático, la ingeniería juega un papel central en la búsqueda de soluciones a problemas ambientales y sociales. La capacidad de los ingenieros para diseñar y desarrollar tecnologías que mejoren la eficiencia energética, reduzcan la contaminación y promuevan la conservación de los recursos naturales es esencial para construir un futuro más sostenible y equitativo.
