De enero de 1999 a diciembre de 2022, Querétaro había acumulado ya un total de 19 897 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa, entre inversiones nuevas, reinversión de utilidades y cuentas entre compañías. Además, la dinámica hacia el exterior también ha provocado un aumento en las ventas internacionales, que para 2022 fueron de más de 21 millones de dólares. Esto ha sido parte de una tendencia más amplia de crecimiento: la población de Querétaro aumentó, entre 2010 y 2020, un 30.9%, con una composición muy similar de hombres (49%) y mujeres (51%)[1].
Lo anterior se debe a las empresas que han decidido invertir en la localidad, al talento altamente calificado, así como a la organización e infraestructura: existen 20 parques industriales operando, según datos de la Asociación Mexicana de Parques Industriales. Una de las compañías pioneras en instalarse en la ciudad fue Kellogg, lo que detonó un movimiento que replicaron otras empresas de distintos tamaños y orígenes.
“En Kellogg buscamos un modelo en que ganemos todos, tanto la empresa en innovación, calidad y filosofía corporativa, como las comunidades de las que formamos parte. Por eso, desde hace ya varias décadas apostamos por un estado dinámico y con un potencial interesante de crecimiento, como es Querétaro. Estamos convencidos de que una industria fuerte y vanguardista impacta positivamente en todas las otras esferas de la sociedad”, señala Víctor Marroquín, presidente y CEO de Kellogg México.
Kellogg México estableció sus oficinas y plantas en la capital queretana, donde se producían anualmente 12 millones de cajas de cereal, y desde donde se venden alimentos a 13 países de Norteamérica, Caribe, Centro y Sudamérica. Actualmente, con más de 3 mil colaboradores, es un símbolo del progreso de la ciudad y del estado.
“Estamos convencidos, también, de que es fundamental establecer lazos y redes de apoyo que promuevan la competitividad. Por eso, impulsamos el desarrollo de casi 500 proveedores locales, principalmente de materiales de empaque o servicios indirectos incluidos equipos técnicos de: Tecnología, Mercadotecnia, Mantenimiento y Logística”, complementa Marroquín.
Aunado al crecimiento del negocio y sus relaciones al interior y exterior del país, Kellogg México impulsa programas de sustentabilidad y responsabilidad social. “Podríamos hablar de muchas iniciativas. Por ejemplo, tenemos un proyecto de cogeneración de energía, tanto eléctrica a partir de gas natural, como de vapor a partir del calor de los generadores. El mensaje realmente importante es que Kellogg es parte de un proyecto mucho más grande, que es el desarrollo de Querétaro, de su industria y de la sociedad en general. Si lo entendemos así, seremos capaces de impulsar un cambio real a corto, mediano y largo plazo”, finalizó Marroquín.
