La mayoría de las personas al escuchar la palabra cáncer la relacionan con la muerte, sin embargo, actualmente, esto no tiene por qué ser así, ya que es una enfermedad que, si se detecta y se trata oportunamente, es curable.
El Dr. Javier Ávila Morales, docente de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), cirujano oncólogo de formación y secretario Académico de la Institución aseguró que es importante generar conciencia como médicos, pacientes, ciudadanos y autoridad, sobre esta enfermedad, y generar políticas públicas que promuevan la detección temprana.
Señaló que, anteriormente, el cáncer se ubicaba como la primera causa de defunción en el mundo; actualmente, se encuentra entre la tercera y cuarta.
“El término cáncer se asocia al cangrejo, desde la antigüedad, los griegos decían que dicho padecimiento es como el actuar de este crustáceo: una vez que agarra ya no suelta. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido conociendo más sobre la enfermedad y los mecanismos que la producen. Actualmente podemos quitar ese tabú que existía de que el cáncer es sinónimo de muerte, ya no es así, se ha avanzado mucho en la metodología diagnóstica, en los tratamientos y en la forma de abordar de manera multidisciplinaria la enfermedad”, aseveró.
Comentó que existen diversos tipos de cáncer que afecta a las personas, lo que también se relaciona con el grupo de población y edad. Por ejemplo, en la mujer, el más frecuente es el de mama, cérvico uterino, de ovario y de endometrio.
En el varón, es el cáncer de próstata, afectando, principalmente, al adulto mayor arriba de los 55 años de edad. Mientras que, en el caso de los niños, son particularmente enfermedades hematológicas como las leucemias y linfomas, así como tumores sólidos a nivel renal, óseo y del sistema nervioso central.
Pese a este panorama, el académico subrayó que el cáncer puede ser prevenible si la población acude, anualmente, a realizarse un chequeo de acuerdo a sus necesidades, por ejemplo, en el caso del sexo femenino, estudios ginecológicos y mastografías; en los varones, análisis de próstata, radiografías del tórax y antígenos para analizar el colón.
“Esto nos va a permitir establecer diagnósticos tempranos, lo que es sinónimo de alcanzar la curación de la enfermedad, porque es curable si se detecta a tiempos, siempre tenemos algo que hacer con nuestros pacientes, hemos avanzado en tratamientos, hay mejores medicamentos con mayor efectividad. En el área oncológica, la supervivencia la tomamos como parámetro de cinco años, un paciente en etapa temprana tiene una sobrevida del 95 por ciento a cinco años, es decir, que están vivos y sin datos de enfermedad, aunque la tasa de sobrevida depende de la etapa en la que se detecte de la enfermedad”, detalló.
De igual forma, explicó que la población, adicional a los chequeos anuales, debe tomar en consideración otros síntomas que son generales y acompañan a la enfermedad, entre estos: pérdida de peso, de apetito, debilidad, fatiga y pérdida de masa muscular.