Antorcha, Editorial, Organizaciones 30 agosto, 2020

El tamaño del miedo

por Redacción



Ciertamente, mal estábamos con los gobiernos pasados, situación agravada en los últimos 30 años, con la imposición del modelo económico neoliberal, que trajo como consecuencia el enriquecimiento de unos cuantos y el empobrecimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos, aunado a la tremenda corrupción que contaminó a todos o casi todos los servidores públicos de todos los niveles de gobierno.

Tan pronto como Andrés Manuel López Obrador empezó a gobernar, las cosas comenzaron a empeorar aceleradamente, evidenciando su falta de oficio político y de su gabinete, pues no es lo mismo criticar que dar resultados; no es lo mismo ser borracho que cantinero. En su afán de controlar todo, en su primer año de gobierno, eliminó todos los programas sociales y la economía se contrajo 0.1% del PIB contra un crecimiento del 2% en 2018. En el primer trimestre de 2020, sin contingencia sanitaria, la contracción creció al 2.4% del PIB. Y ya con pandemia la cosa se desplomó por completo, alcanzando una contracción, según el Banco de México, de casi el 19% del PIB.

En materia de salud, el subsecretario Hugo López-Gatell, afirmó que “el nuevo Coronavirus no es una enfermedad grave, México es ejemplo en el manejo de la pandemia”, y el propio López Obrador dijo a los mexicanos: “estamos preparados para enfrentar esta situación del coronavirus, tenemos capacidad para enfrentar la situación, la enfermedad no es terrible, fatal, ni siquiera es igual a la influenza”, habló incluso de escribir su experiencia en el combate al Covid-19. Pero después de seis meses no han podido controlarla, es catastrófica, según palabras del propio López-Gatell. Han fallecido 63 mil personas y 579 están contagiadas, convirtiéndose en uno de los tres peores gobiernos del mundo en el manejo de la contingencia.

La inseguridad que tanto criticó a los ex presidentes Felipe Calderón y Peña Nieto no está mejor. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2019 fue el año más violento de que se tenga registro en México pues, entre enero y diciembre de 2019 se registraron 34,582 víctimas de homicidios dolosos, superando con mucho los ocurridos en 2018, gobernado por Peña Nieto, destacando hechos violentos y vergonzosos como la masacre de los LeBarón y el operativo que atrapó y liberó a Ovidio Guzmán.
En relación al “combate contra la corrupción”, en sus 440 funciones “mañaneras” y actos de campaña, con la acordada extradición del ex Director de Pemex, Emilio Lozoya, como parte de su estrategia de encarcelar a sus opositores, AMLO se dio un “tiro” en el pie. Lo evidenciaron ante el mundo en un video donde su hermano Pio López Obrador recibe un sobre amarillo con millones de pesos; un audio con la conversación del asesor jurídico, Julio Scherer, presionando al banquero y dueño de una empresa acerera, Julio Villareal, para entregarle “moches” y “piquetes de ojo” de cientos de millones de pesos para su campaña política, y otro audio con una conversación entre Ricardo Monreal y Manuel Velasco, ex gobernador de Chiapas para dejar en libertad a tres jóvenes detenidas en el aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez, con un millón de pesos para compra de votos.
Ante los desastrosos resultados del gobierno morenista en materia económica, de salud e inseguridad y sus inocultables actos de corrupción, cínicamente intentan confundir a los mexicanos con rifas, mañaneras y “consultas” ilegales para acusar a expresidentes y a todos quienes no coinciden con sus malos resultados, como el Movimiento Antorchista Nacional. Pero para tener la lengua larga hay que tener la cola corta. ¿De dónde tanta honradez y autoridad moral para acusar a quienes los derrotarán en la elección del 2021? Como animal salvaje acorralado por su cazador, tiran a matar para salvar la pelleja. Así el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa y Morena utilizan la UIF para descalificar y acusar criminalmente a los dirigentes del antorchismo poblano y mexiquense, congelando cuentas de negocios y dirigentes, todos perfectamente legales. De ese tamaño es su miedo de perder el poder.

Mucha razón tiene el Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío, cuando afirma que “El presidente inauguró una nueva forma de justicia. Él presenta la acusación, ordena el proceso, induce el sentido de lo observado y anima a la población a sumarse al juicio emitido por él”. Ni un voyo a Morena!

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@jgurrolag1