La palabra manifestación según la RAE es una reunión pública, en la cual los asistentes a ella reclaman algo o expresan su protesta por algo.
En un mundo con una revolución milennial, vemos que las manifestaciones no forzosamente pueden ser en la calle, hoy vivimos en una manifestación constante a través de nuestras redes sociales y de nuestros tan amados memes, pero que impacto tiene todo esto, quien es el bueno y quien es el malo, ¿es necesaria la violencia?
A lo largo de la historia de la humanidad, y pido perdón por mi frase de abuela ja, han existido todo tipo de manifestaciones y si, muchas con grandes logros como los derechos civiles para los afroamericanos, el voto a las mujeres, entre muchas, pero como ser parte de una causa y no de un interés.
Estos días, hemos sido testigos de grandes jornadas de manifestaciones en todo el mundo, en las cuales siempre hay opiniones divididas, pero qué causan estas opiniones y que es lo que desvirtúa una manifestación genuina.
Vamos a hablar de México, en específico de lo que pasa en Jalisco y la Ciudad de México, todo empezó por una ola mundial de solidaridad a la comunidad afroamericana con el asesinato de George Floyd y en Mèxico no nos quedamos atrás, hasta que en lugar de ver los problemas del vecino empezamos a reconocer los propios y entonces vimos a Giovanni.
Los mexicanos hicimos nuestra propia lucha y nuestra propia causa pero que paso, como siempreeeee se tenía que entrometer el gobierno y no para generar una política pública o para generar una cohesión dentro de la sociedad sino para hacer de una causa social una guerra política y eso fue lo que pasó.
Después de un día de hablar de Giovanni, empezó un dime y direte entre el gobernador de Jalisco y nuestro insaciable presidente y PUM, ahí se acabó Giovanni, se acabó la causa social y se acabó la manifestación genuina.
Acto seguido un saqueo en la Ciudad de México protegido por la mismísima Jefa de Gobierno y en todo esto, regresando a la pregunta inicial, ¿quién es el bueno y quien es el malo?
La respuesta está desde la óptica en que lo quieras ver, siempre hay dos o más versiones de la historia pero lo que es claro es que una manifestación es una protesta y muchas veces es dirigida al gobierno o al poder y eso está bien, respetar esa relación antagónica es muy sano para una sociedad, los canales de despresurización social deben existir y los gobiernos deben aprender a escuchar.
Se convierte en mala en el momento en que el poder se quiere apropiar de una causa y entonces ya no es una causa social es una causa política, la fuerza de la geniudad se pierde y la violencia es mucho más latente y entonces la sociedad peligra, entendamos políticos, no todo se trata de ustedes, al contrario cambiemos la óptica y sepamos ser parte de la evolución que pide este mundo.
En el libro de las 48 leyes del poder, escrito por Robert Greene, la ley No. 48 dice “Muerto el perro se acabó la rabia” y se trata justo de eso, los grupos de interés nunca van a apoyar causas que no sean las que ellos impulsan, al contrario las incomodidades se desarticulan para eliminarlas y muchas veces se logra.
Seamos fieles al fondo, no a la forma, es decir analicemos la causa y pregúntate ¿es en verdad tu lucha? Y se fiel a ella, entonces siempre estarás del lado correcto de la historia.
