Actual, CANACINTRA, Empresas 20 mayo, 2020

Capacita Canacintra en estabilización de empresas, ante la recuperación del COVID

por Redacción

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Ante la propagación del Coronavirus, estimaciones aseguran que México será la nación más afectada de América Latina, con más del 9 por ciento de contracción del PIB en el segundo trimestre del año; aseguró Lorenzo Ochoa Castro-Leal, director de VCorp, ante socios de la Canacintra Querétaro.

Durante esta plática virtual organizada por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en el estado, encabezada por Jorge Rivadeneyra Díaz; Lorenzo Ochoa agregó que algunas empresas han perdido más del 75 por ciento de sus ingresos en un trimestre, por lo que la pregunta será cómo regresar a la nueva normalidad, de forma que pueda reactivarse la economía: “seremos la nación más afectada de América Latina, las estimaciones prevén más de 9 por ciento de contracción del Producto Interno Bruto (PIB), en el segundo trimestre de este año, por arriba de países como Argentina, que pareciera, que tenía una afectación económica mucho más grande”.

En el marco de la plática “Estabilizar y posicionar la empresa ante la recuperación del COVID-19”, el director de VCorp agregó que las compañías han acelerado acciones para proteger a sus empleados, clientes, proveedores y resultados financieros, por lo que explicó que como despacho, han marcado tres etapas a seguir, dentro de las empresas: resiliencia y supervivencia inmediata, estabilización a corto plazo del negocio y los movimientos estratégicos para la recuperación.

Apuntó que la dirección de las empresas debe desempeñar un papel central en la estabilización del negocio y su posicionamiento para prosperar cuando las condiciones mejoren: “para ello, deben desarrollar acciones para preservar el flujo de efectivo; es decir, la capacidad para responder y mantener la empresa a corto plazo: maximizar la rentabilidad, minimizar costos e identificación de estrategias claras en bienes y servicios y líneas adicionales de negocios; además de replantear la empresa ante esta nueva realidad, lo que implica ver cómo estamos en activos, pasivos, cuál es la estrategia del plan de negocios y su revisión”.

Destacó que lo primero deberá ser el poder estabilizar la empresa y preservar el flujo de efectivo, para lo que dijo, debemos abordar la crisis mediante un “cuarto de guerra”, en el que se encuentren la dirección y el área financiera; a fin de cuantificar y proteger el efectivo a la mano, así como cualquier capital incremental al que puedan acceder y por supuesto, crear un plan de comunicación frecuente y transparente, con clientes, colaboradores, inversionistas y bancos.

“Para la supervivencia inmediata, entre otras cosas, debemos actualizar las previsiones de flujo de efectivo de 12 semanas, para evaluar de forma realista la situación actual; revisar los contratos o compromisos no comerciales que tienen un requisito de efectivo en los próximos meses; cumplir lo acordado con cada una de las partes, lo que ayudará a aliviar la presión y dará tiempo para gestionar recursos adicionales; además de elaborar un plan de mejora para lograr ajustes sostenibles en los saldos de efectivo y el rendimiento del capital de trabajo”.

El director de VCorp sugirió que en el tema de los ingresos, puede reforzarse la productividad, al enfocar esfuerzos y recursos en los productos y servicios con mejor desplazamiento y margen: “aportar rigor del gasto, mediante la implementación de un presupuesto rápido de base cero, para todos los gastos no esenciales y, cuidar nuestra utilidad antes de impuestos, la cual deberá ir acompañada por una estrategia fiscal que dé viabilidad de corto y mediano plazo, en la próxima “normalidad”.

Añadió que algunos gastos se contraerán naturalmente, debido a cambios en la actividad del mercado; mientras que, otras categorías de gasto requerirán decisiones para ser gestionadas y reasignadas a medida que la crisis continúe: “la recuperación presentará oportunidades para reactivar operaciones, inversiones y reasignar recursos. Las lecciones aprendidas y las nuevas capacidades, permitirán una base de costos más saludable”.

Lorenzo Ochoa puntualizó que este período de crisis es una oportunidad para realizar un diagnóstico profundo en el balance e identificar debilidades: refinanciar la deuda, reducir inventarios, cuentas por pagar, cuentas por cobrar, evaluar activos, replantear la estructura de capital: “las empresas, sin importar el tamaño, deben utilizar herramientas para supervisar y administrar indicadores clave de rendimiento, además de replantear la rentabilidad sobre su capital, considerando todos los escenarios posibles como: inversiones, desinversiones, fusiones y adquisiciones”.